Cómo buenos gatos burgueses que son, siempre que puedo les compro alguna tontería....que si un ratoncito peludo para estimularles la caza, que si otro de cuerda para las uñas, que si un pelotita con plumas totalmente amariconada (pero que dicen que les vuelve locos pq está rellena de catnip), que si bolitas con cascabeles dentro...en fín todo un surtido de artículos total y absolutamente inútiles, que cómo podéis comprobar no pueden competir con el clásico rollo de papel de cocina, con el cuál en plan "team" felino funcionan de la siguiente manera:
1) Llum lo localiza y lo tira al suelo, le da los primeros manotazos y lo deja en plan...bien, niños, ahí lo tenéis...
2) Kiara, su hija, sigue con el ataque frontal del pobre rollo de cocina, que ya parece un colador y que se encarga de repartirlo por tooooodo el piso y
3) Bekam que con cara de "yo no he sido", colabora con Kiara si ve que ella no puede con la ardua labor de romperlo...
He hablado infinidad de veces con ellos, pero se me quedan mirando con cara de...."vaaaaaaa, recoge el papel y aprovecha para hacer unas cuántas abdominales y estiramientos, totalmente gratisssss" y yo, que en el fondo soy una más que sumisa adoptada gatuna (no nos olvidemos que son ellos, en realidad, quines nos adptan a nosotros), recojo tooooooooooodo el fruto de tan arduo esfuerzo, mientra me juro y me perjuro que no volveré a dejarlo a su alcance....naturalmente fracaso estrepitosamente, pq este es el tercer rollo de la semana :)))
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