Dedicado a Fosca y Yayo =(^.^)=

El año no ha empezado bien para el Jardinet dels Gats que ha perdido a dos de sus miembros: Fosca y Yayo.   Fosca era una gatita que en todo el tiempo que llevo con ellos, no había podido tocar jamás, huidiza, de mirada inteligente que denotaba que no hacía tanto tiempo, algún humano la había maltratado tanto que hasta la llegaron a emparedar. Siempre he creído que tenía muchas ganas de ser tocada y abrazada, pero el miedo era tan abismal que la paralizaba y la hacía huir...como a tantos de ellos!!!

Yayo era sin duda uno de mis gatos favoritos, desde el primer momento en el que entré al Jardinet, me enamoré dé él y no precisamente porque fuera un sex simbol gatuno ;) sino por la ternura que despertaba en todas aquellas personas que lo trataban...era el típico gato viejete, de cabeza huesuda, en algunos momentos tan delgado que parecía que se iba a romper cuando lo acaricibas, porque eso sí, el tío se dejaba sobar tanto como quisieras.

Me contaron las compañeras que había llegado casi un año antes al Jardinet, procedente de uno de los espigones de Barcelona. No fué difícil rescatarlo, simplemente abrieron el transportín y Yayo se metió dentro...aunque luego, dentro de los límites de la seguridad del Jardinet echaba de menos su absoluta libertad...pero el tiempo hizo que se fuera adaptando a la valla y a los otros compañeros felinos con los que no tenía problemas, no se, si porque eran conscientes de su edad y eso le daba un status o porque era tan buen gato con humanos como con felinos.

Pasaron los meses y con ellos las anécdotas con él, recuerdo una que ahora mismo me hace sonreir...era uno de los martes en los que voy de voluntaria y además de estar con alguna de mis compañeras, me acompañó tb Iván y por lo tanto acabamos con tanta prontitud la faena que tuvimos tiempo de disfrutar un poco más, acariciando y jugando con los peludetes y de repente, me doy cuenta de que Yayo no está...glubs...Yayooooo!!! lo llamamos y lo buscamos sin éxito y cuando ya pensábamos que se nos había escapado por el tejado, lo descubro estirado detrás de la caseta de los boxes en una postura de total y absoluto relax, así que lo llamo...y no contesta, vuelvo a llamarlo y...nada...me da un vuelco el corazón, me temo lo peor y empiezo a golpear con la palma de la mano la pared de la caseta, ante lo cual, con toda parsimonia y con cara de "se puede saber quién es el capullo que me está molestandoooo???" me mira y me lanza uno de sus inolvidables maullidos "maaaaaaaaaaaauuuuuuu" (creo que en ese momento la traducción felina no era apta para menores :P)...Que felicidad, no le había pasado nada...menudo susto!!!. Días después se lo cuento a Alex, que se hecha a reir y me dice. "Pero Rosa, es que no sabes que Yayo está sordo como una tapia???" y para demostrármelo, pone sus manos a modo de altavoz y le grita Yaaaaaaaaaayooooooo...ante lo cual, el susodicho, que estaba a pocos pasos de Alex ni se inmuta...desde entonces, cuando le quería decir algo, le tocaba o me ponía delante de él que me respondía con sus mausss inconfundibles.

Este mes de Diciembre fue especialmente bonito para todo los componentes del Jardinet....Yayo había encontrado una casa de acogida...al fín iba a descubrir lo que era dormir calentito bajo un techo, tapado con una mantita y con todo el afecto que se puede desear. Un mes, eso fue todo lo que pudo disfrutar Yayete de su nueva situación, pero después, supongo que su avanzada edad, su cuerpecito que tanto había sufrido en el espigón , conjuntamente con una infección, se lo han llevado, pero no sin dejar una huella en todas aquellas personas que lo conocimos y estoy segura que será uno de los gatitos icono del Jardinet. Yayo, estés dónde estés...un abrazo muy gatuno!!!